lunes, 18 de julio de 2011

GOSSIP GIRL: "CELOS"



No podía dejar de mirar. Era como si reviviese una de esas viejas historias que todos queremos borrar. Como si el pasado llegara en forma de latigazo para recordarte que seguía ahí, vivo.

Intacto

Podía negarme a mi misma que no me afectaba. Claro que podría. Y por supuesto que no era la primera vez que lo intentaba. Apostaba a que si quisiera podría numerarlas todas. Toda y cada una de las veces en la que él le hizo sentir eso de lo que renegaba.

Celos

Ella no podía sentir eso. No. Ni mucho menos por él. Había jurado que no volvería a dejar que nadie entrara en su vida. Bastante tenía ya. Y ahora sabía con demasiada certeza que él ya estaba dentro. Siempre lo estuvo. Escondido bajo esa máscara de “imposible”.. o Jamás.

Pero allí estaba, repito: “negándose a sí misma que aquello no le importaba”. En lo más mínimo. Para nada. Nunca. Y que el hecho de que no pudiera apartar la mirada de semejante escena (porque para ella todo aquello no era más que una estúpida escena) no significaba nada.

Él podría irse con todas las mujeres que quisiera. Con todas. Pero no con ella. Su historia juntos era demasiado fuerte como para competir con ella. ¿Competir?Genial. Ahora no solo se sentía como una estúpida por seguir mirando a escondidas en ese bar, sino que además, se creía en el derecho de competir. ¿Por quién? ¿Por él?
- “Oh vamos, no me jodas”
Podía ser muchas cosas: había mentido, engañado, manipulado e incluso hundido a todo aquel que se le pusiera en el camino, y ahora, no era más que una simple celosa (como odiaba esa palabra) que no podía dejar de mirar. Mintiéndose y rezando que aquello no fuera verdad. Porque a ella no le importaba, ¿verdad? 

Quizás ese nudo en el estómago simplemente se debiera a que se había acostumbrado a su presencia. Vale, debía ser algo más que eso. Es verdad que en el último tiempo se sentía agusto con él. Era ingenioso, algo que jamás reconocería delante de nadie pero además, habían conectado. De una forma totalmente sana y sin mayor atisbo de maldad ella, Blair Waldorf, había conectado con el simple y al parecer no tan aburrido Humphrey. Eran diferentes. Tanto que nadie podría entender semejante relación. Ni siquiera Serena van der Woodsen.

Simplemente tampoco quería que lo entendiera, es decir, era algo de ellos. De los dos. Y para que negarlo, aquello era lo que más le gustaba. Era como si por una vez pudiera decir que tenía algo “suyo”. Algo que sucedió de repente y que jamás creyó que pasaría. Ni en sus peores pesadillas.

Ahora mientras miraba como Dan y Serena hablaban no podía evitar preguntarse si todo había terminado. Cierto que de ser así sería totalmente por su culpa. Traspasó la frontera entre lo esperado y lo ridículo. Sí, porque aquello fue ridículo.

Ellos no se podían haber... besado.

..y aunque no quisiera debía admitir que aquello le había gustado “demasiado”. Pero claro, luego estaba su orgullo. Por supuesto. Ella no podía simplemente disfrutar. Qué va. Ella tenía que decirle que no había significado nada y que aquello era un simple juego para despistar a Chuck Bass.

Chuck. Curioso con él todo era tan diferente. Sabía que habían tenido una historia lo suficientemente complicada como para hacer tambalear todos los cimientos del Upper East Side. Pero con Dan todo era.. no sé fácil, o eso creía hasta que le vio entrar en el bar con Serena. No podía competir con ella. Su historia era sencilla. Ella no sabía actuar en esas situaciones. Lo suyo era los entresijos y buscar los puntos débiles de sus adversarios. No encariñarse con ellos y darse cuenta después de volver a sentir celos. Jamás se acostumbraría a esa palabra enfocada en Dan.

¿Qué debía hacer? ¿Entrar y hacer como si nada pasara?¿Fastidiarles?. Por primera vez en mucho tiempo la segunda opción no la convencía. No con Él. No con alguien que la había apoyado cuando los demás no estaban. No con quien se convirtió en su amigo cuando más lo necesitaba.

Y allí se quedó. Esperando una señal que le indicara qué hacer; que le dijera lo que sentía por Dan; que intentara borrarle esta horrible sensación del estómago; que la ayudara a decidirse: si avanzar o destruirlo todo. Porque ella no podía estar asustada. No podía sentir eso y creer que encima era algo bueno, porque a ella no le valían las historias fáciles. Era la reina del Upper East Side y no podría conformarse con la rana. Aunque estuviera celosa. Y sintiera que quizás con él..

..podría llegar a ser feliz.



..Medianochenunmundoperfecto..*
Día ñoño, viendo gossip girl, aburrimiento en modo extremo. Resultado: escribir lo que quiera que sea esto sobre los celos en menos de 10 min. Lo subo por si a alguien le gusta y le interesa leerlo. No me lo tengáis en cuenta.

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