lunes, 16 de enero de 2012

Espejito, espejito..


Sin duda, solo una batalla hará que nos paremos en mitad del camino sin saber que hacer. Nuestra propia lucha. Nuestra batalla con nosotros mismos. El enfrentamiento con ese enemigo que conocemos como “El Espejo” que cuan malvado de Blancanieves hace que cada mañana nos replanteemos la vida de una forma diferente, haciéndonos sentir especial o inferiores, porque seamos sinceros, no hay nada peor que no sentirse a gusto con uno mismo. Da igual que la vida sea la puta hostia de interesante o que tengas todo lo que deseas, si ese factor falla, todo lo demás se puede ir directamente a la mierda. El espejo es nuestra mascara de protección, nuestro disfraz, es el escudo que consigue enfrentarnos al día día y si no te gusta lo que ves, llegará el monstruo de tu interior a devorarte y te juro, que su veneno es tan eficaz que borrará todo rastro de confianza de tu cuerpo, las ilusiones de un plumazo y hará que tus fuerzas se debiliten. Pero entonces, un día, después de mucho tiempo, vuelves a enfrentarte a él y no sabes cómo pero te devuelve una sonrisa como si los errores del pasado ya no importaran y curiosamente parece que te estaba esperando, y la confianza vuelve y te vuelves a sentir especial sin mayor motivo que el sentirte vivo y joven.. y entonces, sabes que todo lo que te propongas volverá a estar a la alcance de tu mano, si luchas.

Medianochenunmundoperfecto..*
Si no te quieres a ti mismo jamás serás capaz de querer a los demás. Esa es toda la verdad.

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