sábado, 26 de noviembre de 2011

COMING BACK FOR ME


Prometiste que regresarías y aún sigo aquí encerrada buscando algún motivo por el que deberías hacerlo. Me enseñaste que la gente no se rige en buenos o malos, que no hay nada negro ni blanco y que todos somos una escala de grises mezclada por los acontecimientos que han hecho que seamos de una forma u otra. Sabía que tenías razón -siempre la tienes- pero aún así una parte de mi sigue sin creerlo, sigue esperando que algo ocurra, que venga y lo joda todo, como siempre pasa cuando deseas algo con fuerza. Esa clase de fuerza que hace que te lances de un precipicio sin saber si regresarás vivo o muerto, esa que hace que cierres los ojos y te abraces a ti misma preguntándote si de verdad merece la pena. ¿Lo merece? Arriesgarse por alguien no siempre es fácil, ya me lo dijeron, la valentía es de unos pocos y solo correr el riesgo te hará llegar a la recompensa. Por tanto no sé que hago esperándote, pero aquí sigo aunque tardes minutos, horas o años seguiré con la creencia de que hay algo más y de que la luz del sol se ve mejor si bizqueas un poco el ojo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario