RESTOS DE SAL Y ALTAS DOSIS DE FICCIÓN

Podría considerarlo casi pecado. Una adicción que se pegaba a cada poro de mi piel y que no me dejaba respirar. Como si se tratara del más silencioso pacto entre ambos, cada semana nos reuníamos allí, en el mismo bar, curiosamente a la misma hora. Tú y yo sabíamos que no estaba bien, pero algo nos llevaba a hacerlo. No recuerdo como empezó; quizás fue aquel día cuando dejé a un lado la razón y me dediqué sólo a sentir; quizás fue culpa de tu pelea con ella. Simplemente no lo sé. Lo único que recuerdo eran nuestras miradas; como siempre a lo lejos. Hacía tiempo que me sentía vacía; quererle hacía que una parte de mi muriera. Y dolía, como dardos clavados en el fondo de mi ser; dolía como duelen los amores no correspondidos, como los "no te quiero" y los "estoy enamorado de ella". Yo lo sabía; siempre lo supe. Pero decidí quedarme allí, a su lado. Arriesgándome a sufrir las consecuencias, a llorar cada vez que él la besaba, a esconderme bajo esta mascara que sólo tú, supiste ver. Recuerdo que decidí alejarme de él, alejarme de aquella visión, decidí hundirme en alcohol y grandes dosis de sal, como siempre hacía cuando quería escapar. No recuerdo cuando te uniste a mi, ni cuantos vasos vacíos había en la barra, decenas quizás. Sólo recuerdo el momento en el que decidí entregarte el resto de cordura que me quedaba (que ya de por sí era poca). Tú me hablaste de ella, de tus problemas, de que "te había dejao" y acabaste con un "¿Nos largamos de aquí?. Curioso lo que no une la vida lo une el alcohol y el desamor. Nada de preguntas, pocas eran las respuestas y algo que solo nosotros palpamos en el ambiente: deseo, pasión y por que no grandes dosis de alcohol. Durante aquella noche olvidamos nuestros nombres, quienes eran Él y Ella o quienes eramos Nosotros. Sólo estábamos tú y yo, el tequila y la pasión se agolpó en cada rincón de tú habitación. Primero fueros unos besos, pasamos a las caricias y sin quererlo la ropa comenzó a sobrar. Después no hubo despedidas, ni siquiera teléfonos, no podía recordar tú nombre, y estoy segura que tú tampoco el mio. Pero cada semana te veo en el lugar de siempre, curiosamente a la misma hora, y todo vuelve a comenzar.





http://www.youtube.com/watch?v=FqCzP0HQpQo

- En el fondo de tu alma sabes que esto es lo que querías. ¿Vas a jugar, o vas a retirarte?
- Puede que me haya condenado a descender a los infiernos. Pero tú te vienes conmigo.

Amén



Medianochenunmundoperfecto..*